25.08.2025 | 10:03 — PREOCUPACIÓN
A 6 de cada 10 estudiantes adolescentes les preocupa su futuro
Según un informe nacional, la mayoría de los alumnos de secundaria de 15 años sienten que su situación económica limita sus aspiraciones a futuro.
Por Redacción Radio Uno
A 6 de cada 10 estudiantes argentinos de 15 años les preocupa no tener suficiente dinero para hacer lo que les gustaría después del último año de la secundaria. La presión familiar también aparece como un factor más determinante que en otros países, sobre todo entre los adolescentes de sectores vulnerables.
Los datos surgen del informe “¿Qué piensan los estudiantes de 15 años sobre su futuro y la escuela?”, elaborado por Sandra Ziegler (Flacso Argentina), María Sol Alzú y Víctor Volman (Argentinos por la Educación).
Los autores analizaron las respuestas de los estudiantes argentinos de 15 años en el cuestionario de Pisa 2022 sobre bienestar, orientación y expectativas de futuro, y las compararon con las de los países de América Latina y de la OCDE.
Qué pasa al terminar la escuela
El informe examina cinco dimensiones: el nivel de información que los estudiantes dicen tener sobre sus opciones después de la escuela, la utilidad percibida de la escuela para el trabajo y para ganar confianza en la toma de decisiones, la presión familiar y las limitaciones económicas para hacer lo que les gustaría al terminar la secundaria.
Según el estudio, el 65% de los estudiantes argentinos se siente bien informado sobre las opciones educativas o laborales luego de terminar la escuela. El porcentaje es similar al promedio de la OCDE (67%), pero está por debajo de varios países de la región: Colombia (77%), Costa Rica (75%), Panamá (74%) y Perú (73%). En ese sentido, el informe resalta la necesidad de fortalecer los dispositivos escolares de orientación, sobre todo en el último tramo del secundario.
Entre la escuela y el trabajo
De acuerdo a las respuestas relevadas en el estudio, los adolescentes argentinos admiten que las restricciones económicas limitan su horizonte de aspiraciones y pueden llevarlos a adelantar la inserción laboral o postergar su formación. La preocupación económica asciende al 67% entre los chicos de menor nivel socioeconómico y se reduce al 55% entre los de sectores favorecidos. En los países de la OCDE, el promedio es 52%.
Además, para 3 de cada 4 estudiantes (76%), la escuela les enseñó cosas que podrían ser útiles para el trabajo: la gran mayoría piensa que hay un vínculo entre lo aprendido en la escuela y su futura inserción laboral. Además, el 64% considera que el colegio los ayudó a tener confianza para tomar decisiones. En ambos casos, las cifras son mayores que para el promedio de los países de la OCDE (67% y 57% respectivamente).
En la Argentina la presión familiar aparece como un factor determinante en las trayectorias de los jóvenes: casi la mitad de los estudiantes (47%) siente presión por parte de su familia para seguir un camino específico después de la secundaria, ya sea ir a la universidad, trabajar en un negocio o aprender un oficio. Es la cifra más alta de la región y supera el promedio de la OCDE (35%). Hay diferencias notables por nivel socioeconómico: en el quintil más bajo, el 55% de los estudiantes siente esta presión, frente al 38% en el quintil más alto.
Los adolescentes y su proyecto de vida
Sandra Ziegler, Investigadora en el Área de Educación de Flacso Argentina, dijo que la incorporación de un módulo sobre bienestar y expectativas futuras en las pruebas Pisa constituye un avance significativo, "porque permite valorar la contribución de la escuela más allá de los aprendizajes formales y comprender cómo los estudiantes perciben su papel en la construcción de proyectos de vida y en las decisiones posteriores a la escolaridad".
"Este enfoque resulta central ante el desafío de educar para un futuro incierto y cambiante, donde, además del conocimiento, es imprescindible desarrollar habilidades que preparen a los jóvenes para crecer e integrarse en un mundo en transformación", apuntó la investigadora, para quien estos datos permiten proyectar el futuro de los sistemas educativos "en términos de su propuesta formativa, el fomento de la autonomía de los estudiantes y el apoyo a su crecimiento".
"Ocho de cada diez estudiantes dicen que quieren seguir trabajando y estudiando", dijo Víctor Volman, director del observatorio de datos de argentinos por la educación.
Esto demuestra que "hay barreras económicas y dificultades académicas", indicó Volman