El anuncio fue realizado por el presidente del Consejo de Administración, Gonzalo Cabral, quien estuvo acompañado por Astrid Bellier, secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad de San Javier, autoridades de instituciones educativas locales y Miriam Martínez, madre de León Martínez, el primer beneficiario del plan.

El programa se enfoca en una de las principales barreras que enfrentan muchos estudiantes: el acceso a una residencia mientras cursan sus estudios superiores fuera de San Javier. Se trata de una beca de residencia, no limitada únicamente al desempeño académico: también se valorarán la participación, el compromiso, el compañerismo y la voluntad del estudiante.

Un dato clave es que no será requisito ser hijo de socios de la cooperativa, aunque quedan excluidos del programa los hijos de consejeros o empleados de la institución.

La historia de León Martínez conmovió al Consejo. Ex alumno de la Escuela N.º 534, fue propuesto por la directora Norma Siviero. León estudia el profesorado en Educación Física en la ciudad de Santa Fe y hasta ahora viajaba todos los días, saliendo a las 4 de la mañana y regresando por la noche, con escaso descanso y muchas horas de estudio en el colectivo.

Tras las gestiones realizadas por la cooperativa, León fue admitido en la Residencia Freire, donde comenzará a vivir desde junio. Este espacio está totalmente equipado y promueve normas de convivencia y tareas compartidas como parte de un proceso educativo integral.

Visiblemente emocionada, su madre expresó: “Yo ya lo imagino recibido, con su título. Él le pone todas las ganas, es muy responsable, y con la familia estamos para apoyarlo en todo”.

La beca tiene una duración inicial de dos años, sujeta a evaluación. Si el beneficiario cumple con todos los requisitos y muestra progreso en su formación, podrá renovarse. La cooperativa anunció que, si esta prueba piloto resulta exitosa, en 2026 se abrirán cuatro nuevas becas, una por cada escuela secundaria de San Javier.