La cruzada desreguladora de Javier Milei sigue impactando en Santa Fe. En este caso, el elegido es el rubro de la venta de medicamentos bajo receta: las farmacias. El proyecto de ley escrito por la titular del Partido Libertario apunta a que cualquier persona, física o jurídica, puede ser dueña de una farmacia; sin embargo para funcionar deben tener un farmacéutico o doctor en bioquímica en el rol de director técnico.

El objetivo de este proyecto es ampliar la libertad para invertir en el rubro de farmacias, permitiendo que no sólo los farmacéuticos puedan ser propietarios. La reforma en sí no elimina la necesidad de un profesional al frente, sino que distingue entre ser propietario y ser el farmacéutico responsable. De esta manera, según Malfesi, se abrirían más oportunidades en el sector, especialmente para farmacéuticos sin el capital necesario para tener su propio negocio.

El escrito también propone la derogación de cinco artículos de la ley 22.287, entre los que se incluyen la prohibición a los titulares de farmacias a abrir sucursales, el límite existente en las grandes ciudades a la apertura de locales a menos de 200 metros de otro local de características similares, la imposibilidad de los familiares de un dueño fallecido a continuar con el negocio familiar y el impedimento a que los profesionales puedan ejercer otras ramas del arte curar mientras integren el personal de una farmacia.