El arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, firmó el edicto para iniciar el proceso de beatificación y canonización de Cecilia María, cuyo testimonio de vida ha impactado a muchos. Nacida en San Martín de los Andes, provincia de Neuquén, Cecilia María encontró su vocación en el monasterio de las Carmelitas Descalzas en Santa Fe, donde fue renombrada como Cecilia María de las Andes.

Fabiana Guadalupe Retamal de Botta, compañera de Cecilia, compartió detalles sobre la personalidad y la espiritualidad de la rreligión.

“Ella siempre fue una persona muy alegre, cálida, cercana, acogedora. Obviamente, tenía una particularidad que tenía el don de gente, y bueno, como cualquier persona, cuando uno cultiva esa virtud tan hermosa de ser empática, esa capacidad acogedora, de cercanía, sale esa sonrisa que permaneció en los momentos más dolorosos como el tránsito de su enfermedad y que se puede ver hasta después de muerta”, resaltó.

Y se explayó: “Es como un gran testimonio que podemos dar. A mí me tocó circunstancialmente acompañarla el día del diagnóstico, que fuimos al médico y fue el día que le diagnosticaron el cáncer de lengua, y la verdad que en ese momento yo fui testigo de una paz que inundaba, obviamente el dolor que nos invadió a las dos tener que escuchar ese diagnóstico, pero a la vez después hemos sido testigos de cómo lo fue llevando. La verdad que no era una sonrisa ficticia, sino que salía del corazón y la verdad que impacta porque después de la manera que lo vivió ha sido un gran testimonio”.

El proceso de beatificación y canonización de Cecilia María requiere la manifestación de milagros y gracias recibidas a través de su intercesión. La fama de santidad de Cecilia viene creciendo exponencialmente, especialmente a través de las redes sociales, donde numerosos testimonios destacan su influencia positiva en la vida de quienes la conocieron o solicitaron su ayuda.