Cada 12 de agosto se celebra el Día Mundial del Hijo del Medio, una fecha que, si bien no está institucionalizada, se celebra desde desde 1986.

El día que celebra a estos hermanos, reconocidos popularmente como los “eternos olvidados”, fue impulsado por una mujer llamada Elizabeth Walker.

Desde aquella fecha, el “World Day of the Middle Child” se volvió un día de culto para todos esos hijos que, algunos, consideraron como “los olvidados” entre los hermanos. Según la mujer que creó este día, los hermanos que nacieron en el medio, a menudo, pueden sentir “frustración” o, incluso, hasta sentirse excluidos de la familia o entre sus mismos hermanos.

Inicialmente la idea de Walker era celebrar la fecha cada segundo sábado de agosto. Posteriormente, en Estados Unidos se fijó en el día 12 con el fin de que éstos se sintieran protagonistas por un día.

Sin embargo, otras instituciones internacionales buscan celebrarlo en otra fecha. La organización International Middle Child’s Union (Unión Internacional del Niño del Medio en ingés) ha intentado trasladar la celebración de dicho día al 2 de julio, que cae en la mitad exacta del año en el calendario, teniendo 182 días por delante y el mismo número por detrás (en un año no bisiesto).

Algunas de sus características 

Suelen sentir menos presión para lograr las cosas, algo que los primogénitos suelen padecer durante un buen tiempo.

Son más independientes que los mayores y que los bebés. Uno de los factores que lleva a esta característica puede ser la falta de atención de los padres.

Son excelentes negociadores. Lo cierto es que un estudio refleja que suelen negociar muy bien.

Se convierten en adultos equilibrados. Esto también puede ser reflejo de una infancia en la que tuvieron que convivir con el hermano mayor y el menor, y a raíz de eso madurar rápidamente.

Son buenos escuchando. Con un hermano más pequeño que suele estar aprendiendo a hablar y uno más grande que cuenta las cosas del colegio, el hermano del medio que está en el jardín aprende a escuchar con paciencia.

Son excelentes líderes y saben cómo destacar. El liderazgo de un hijo del medio es innegable según los especialistas. Esto también hace que pasen poco desapercibido, luego de un buen tiempo en el anonimato familiar.

Son personas muy ambiciosas que buscan la justicia continuamente.