01.09.2022 | 08:00 — SAN JAVIER
Secretaría de Educación destacó el trabajo de docentes locales y el ISP No 15 “Dr. Alcides Greca” por la mesa de dialogo "Repensar la Rebelión Mocoví"
La Subsecretaría de Educación Superior compartió con agrado la producción genuina de las profesoras Analía González, Cintia Grenat y Nanci Sabá, del Departamento de Ciencias Sociales del ISP N° 15 “Dr Alcides Greca” de la localidad de San Javier, quienes nos invitan a repensar colectivamente acerca de: ¿Y si hablamos de San Javier? Repensar el currículum desde la historia local.
Por Juan C. Arredondo Fuente: campuseducativo.santafe.edu.ar
Representantes de la Subsecretaría de Educación Superior compartieron la iniciativa de docentes locales en una publicación que expresa:
"Crear espacios de reconocimiento dentro del marco de la recuperación de la historia a través de la memoria se constituye en una oportunidad para mirarnos. La memoria de los pueblos en las grietas del pasado incluye argumentos, relatos y debates desde la ética de la historiografía que desliza los acontecimientos significativos en el engranaje del tiempo. El compromiso analítico reflexivo con los signos de los tiempos evoca la memoria de las coyunturas de la intimidad de los orígenes de la historia.
La Subsecretaría de Educación Superior tiene el agrado de compartir la producción genuina de las profesoras Analía González, Cintia Grenat y Nanci Sabá, del Departamento de Ciencias Sociales del ISP N° 15 “Dr Alcides Greca” de la localidad de San Javier, quienes nos invitan a repensar colectivamente acerca de: ¿Y si hablamos de San Javier? Repensar el currículum desde la historia local.
Cintia, Nanci y Analía recuperan las palabras de Pollak, M. (2006) cuando escribe como “memorias subterráneas” a las voces que, no obstante, circulan en la intimidad, en la esfera privada y que eventualmente pueden emerger cuando cambia la coyuntura histórica.
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato.
¿Y si hablamos de San Javier? Repensar el currículum desde la historia local.
Autoras: Analía González, Cintia Grenat y Nanci Sabá.
IES N° 15 “Dr Alcides Greca”."
El pasado 08 de julio del corriente año se presentó una propuesta organizada por el IES N° 15 “Dr. Alcides Greca” y la Secretaría de DDHH de la provincia, junto a las tres comunidades Mocovíes de San Javier. El objetivo de esta actividad fue repensar la Rebelión Mocoví reconstruyendo la memoria histórica y presentar a la comunidad un proyecto de reconocimiento de la VERDAD HISTÓRICA sobre este hecho histórico ocurrido en 1904 y que marcó el destino de nuestra comunidad.
Cabe destacar que el IES N° 15 tiene una histórica relación con las Comunidades Mocovíes, siendo la primera institución que les abrió sus puertas, invitando a las mismas a organizar conjuntamente el acto oficial por el aniversario de la fundación de nuestra comunidad, un 4 de julio de 1.743. Desde hace 24 años el Instituto comparte esta fecha con las comunidades, habilitando la palabra y brindando el espacio de reconocimiento a nuestros orígenes. En este marco, el IES hace un gran esfuerzo para brindar a sus futuros docentes espacios diferentes de construcción de conocimiento, en conjunto con otras instituciones y especialistas que nos acerquen al saber desde otro lugar. Estos fundamentos motivaron la presentación de esta propuesta que apunta a recuperar la historia y la memoria, habilitando la recuperación de la historia oral y sustentándose en la pedagogía de la memoria.
La pedagogía de la memoria es un campo pedagógico en construcción que comienza a delimitar sus temáticas a partir de la experiencia del Holocausto como punto de inflexión de la modernidad. Esa teoría está atravesada por preguntas, por la construcción de problemas, más que por la enunciación de certezas o verdades y estas implican cuestiones filosóficas, éticas y afectivas.
Es bueno comenzar haciendo una distinción entre historia y memoria. ¿De qué hablamos cuando hablamos de memoria? ¿Cuál es su relación con la historia? Elizabeth Jelin indica que la memoria es un proceso subjetivo que está anclado en experiencias y marcas simbólicas y materiales. A diferencia de la historia, no recupera procesos totales, sino que constituye relatos, muchas veces fragmentarios, con matices. Los sentidos asignados al pasado son distintos, por lo que no existe una forma única de narrarlo. La memoria está signada por la fidelidad, porque se trata de ser fiel al propio recuerdo. La historia, por su parte, se define por la veracidad, es decir, por la capacidad de mostrar que las cosas sucedieron de ese modo y no de otro.
Michael Pollak, indaga los procesos y los actores que constituyen y formalizan las memorias. En ese recorrido no solo advierte el carácter cohesionador que tiene la memoria, sino también su posible carácter destructivo u opresivo ¿Cuándo la memoria puede adquirir ese carácter? Cuando se elabora una memoria que silencia las memorias de las víctimas.
¿Cómo se logra romper esa trama de silencios y de memorias sobre memorias que no brindan un espacio para las voces de las víctimas? Una de las formas es a través de la historia oral, entendida como una novedosa rama de la disciplina histórica que no se acerca al pasado solo a partir del acceso a los archivos (fuentes escritas) sino que recupera las voces de los protagonistas de la historia (fuentes orales). Pollak llamó “memorias subterráneas” a las voces que, no obstante, circulan en la intimidad, en la esfera privada y que eventualmente pueden emerger cuando cambia la coyuntura histórica.
La historia oral se construyó como una disciplina que privilegió el análisis de memorias subterráneas, la de los olvidados, los derrotados, los nativos, la marginalidad, las víctimas. En suma, las voces que la historia oficial no consideraba.
Para abordar la noción de memoria, siguiendo los aportes de Elizabeth Jelin, podemos decir que se trata de un campo de pensamiento y reflexión. Está siempre en construcción, por eso también siempre hablamos de memorias, en plural. No hay una única memoria, sino que existen múltiples memorias en tensión y ninguna de ellas es neutral. En cada una de las memorias que circulan en el espacio público se ponen en juego la construcción de subjetividades y las identidades de los colectivos sociales.
Ahora bien, si estas son las características de la memoria, entonces ¿no hay una única memoria? ¿Cualquier memoria es válida? ¿Cómo se relacionan historia y memoria?
A partir de estas preguntas, consideremos la posibilidad de que, frente a ciertos acontecimientos históricos, hay quienes los niegan o relativizan: es lo que se conoce como negacionismo o relativismo. Por eso nos parece muy importante remarcar lo siguiente: en términos de memorias subjetivas, todas las memorias son igualmente válidas en la medida que son reflejo de un recuerdo individual. Ahora bien, cuando hablamos de memorias desplegadas en el marco de la institución escolar debemos cruzarlas con la historia, con el saber producido por las instituciones académicas, con las y los investigadores que producen conocimiento sobre procesos históricos y sociales a través del método científico.
Es en este sentido que en los Profesorados de Nivel Inicial y Primario desde las materias que pertenecen al campo de las Ciencias Sociales se propone pensar desde el Marco Teórico propuesto el diseño de las cátedras mencionadas. Si se piensa que mirar desde la Pedagogía de la Memoria implica, necesariamente, revisar los procesos de construcción de la memoria social: qué luchas sociales se activaron, qué representaciones artísticas existieron, qué aconteció en el terreno de la justicia, qué políticas estatales existieron, es que se prioriza entonces una mirada que tiene que ver con comprender los procesos históricos como complejos, cambiantes, atravesados por cambios y permanencias. Los espacios que implican las Ciencias Sociales en los Profesorados de Formación Docente comprenden la complejidad de formar disciplinarmente desde las Ciencias Sociales y simultáneamente construir aprendizaje sobre las nociones Pedagógicas y Didácticas que implica su enseñanza. Este proceso se presenta en permanente interacción, pensar qué enseñar, cómo, para quienes implica un proceso de retroalimentación dónde los saberes epistemológicos y didácticos se nutren mutuamente desde la problematización. A partir de este enfoque las cátedras se piensan como espacios de construcción conjunta dónde los lugares de problematización e intercambio acerca del conocimiento de lo social tienen como protagonistas a los alumnos y alumnas que producen propuestas didácticas, proponen clases, las simulan, incorporan diversos lenguajes artísticos. Se invita a mirar desde la curiosidad y el entusiasmo, pensando en cómo conmover y encantar. Es desde esta mirada que, continuando con el camino comenzado por la Institución ya mencionado, se ha propuesto abordar la historia local, temática que es incorporada como contenido en las escuelas de nivel primario e inicial de San Javier, pero no sólo por esta demanda, sino también porque se considera una oportunidad inmejorable para pensar la ciudadanía desde una mirada que conozca y problematice el lugar dónde los alumnos y alumnas viven, pero que también promueva el desarrollo de acciones colectivas transformadoras. Se pensó que era importante reflexionar con los alumnos sobre qué identificaba cómo sanjavierinos, por qué nuestro lugar es valioso, que múltiples aportes enriquecen su pasado y su presente, que tránsitos están presentes entre las diferentes culturas. Pero para esto había que conocer, apropiase, investigar, “aquerenciarse”. La ciudad tiene una rica y compleja historia, habitada por Mocovíes, Reducción Jesuítica con la presencia del Padre Florián Paucke que ilustró en su obra “Hacia allá y para acá” su vida en la Reducción. A principios del siglo XX, escenario de la Rebelión Mocoví, suceso histórico que se enmarca en el proceso de exterminio de los pueblos originarios por la apropiación de tierras que constituyó la conformación del Estado Nación. Pensar este suceso desde la categoría de genocidio implica no sólo analizar de qué forma se implementó un modelo de país funcional a los privilegiados sino también dimensionar el exterminio material cultural y simbólico que implicó, así como la necesidad de búsqueda de justicia frente a estos sucesos. Habilitar espacios de escucha y aprendizaje dónde puedan escucharse las voces de las Comunidades Mocovíes contribuye a la construcción de ciudadanías comprometidas con el pasado y la memoria.
La posibilidad de incorporar en el currículum la historia local generó interrogantes: ¿Por qué es importante que la historia de las propias localidades esté presente en la escuela? ¿De qué manera la escuela puede contribuir a la construcción de identidades interculturales? Estas preguntan remiten no sólo a la modificación del currículum incorporando contenidos de la historia de nuestra localidad, sino también a la “invitación” de que entren a la escuela saberes olvidados o poco valorados históricamente , así como el análisis de los múltiples aportes que han atravesado nuestra historia, sus miradas, relaciones de poder, ocultamientos. Esto con el objetivo de rever y desnaturalizar con nuestros alumnos miradas etnocéntricas muy arraigadas, tratando de pensar y construir identidades múltiples y complejas. Luego se pusieron sobre la mesa nuevos interrogantes: ¿Qué queríamos transformar? ¿Qué contenidos seleccionar? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Para quiénes? Se pensaba como importante la necesidad de trabajar sobre el lugar propio y la pertenencia, pero para eso había que conocer, y conocer desde un lugar complejo y de múltiples significados. Conocer que también implicaría el superar miradas etnocéntricas, ponerse en el lugar del otro, superar discursos estigmatizantes. En este sentido propone García Canclini pensar las prácticas escolares como “prácticas híbridas”: “fruto de mestizajes, constituidas como un medio donde los sujetos se sitúan frente a la heterogeneidad de bienes y mensajes de que disponen los circuitos culturales y como forma de afirmación de identidades sociales”, pensamos entonces: ¿Podían ser las vivencias de nuestra historia local parte de esos bienes que menciona el autor? ¿Contribuiría esto a la conformación de identidades complejas?. Se fue construyendo a través de lecturas de bibliografía variada, algunas de autores locales, análisis de láminas de Florián Paucke, visitas a diferentes museos, talleres arqueológicos y antropológicos, entrevistas a personas de la localidad, y múltiples actividades, los diferentes aportes que constituyen nuestra historia. Se pudo analizar como los pueblos originarios habían sido silenciados, negadas su historia, sus saberes, sus creencias. Se construyeron Museos Virtuales utilizando las tecnologías digitales para realizar una visita virtual al Museo Histórico local, se propuso una actividad llamada “Museo para niños y niñas” dónde se construyó en el Museo Histórico un espacio de juegos e intercambio integrando tecnologías digitales: realidad virtual, hologramas, juegos de arqueología.
Poder mirar todas estas cuestiones contribuyó a complejizar la mirada, enriqueciéndonos con múltiples intercambios. Para cerrar provisoriamente la escritura de esta experiencia se toma una cita de Eduardo Galeano que sintetiza el espíritu de la misma, o aunque más no sea, las intenciones que guiaron su práctica: “Quien nombra, llama, llama y alguien acude, sin cita previa, sin explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando.
Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del todo mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae"(Palabras Andantes).