Miguel del Sel quedó a las puertas de la gobernación de Santa Fe en dos oportunidades, la última a tan solo 1.400 votos del socialista Lifschitz en 2015, cuando Cambiemos arrasó en todo el país. Luego de esa campaña, el ex humorista se fue a Panamá como embajador y no volvió a competir por ningún cargo.

En las siguientes elecciones, del Sel puso sus esfuerzos en mediar entre los distintos sectores del PRO en sus peleas eternas pero rechazó cada propuesta que le acercaron. Sin embargo, según fuentes de Juntos por el Cambio que hablaron con La Política Online, admitieron que en esta oportunidad, el dirigente analiza la posibilidad de encabezar la lista de diputados provinciales.

En ese caso, Miguel del Sel estaría dispuesto a competir en una categoría que requiere una campaña de menor intensidad. Las experiencias anteriores le dejó un sabor amargo y durante mucho tiempo tuvo la sospecha de que le habían jugado en contra en su propio partido para no llegar a la Casa Gris. Hasta tuvo que hacer frente a una condena por desvío de fondos de una cifra mínima de su primera campaña que lo inhabilitó por seis meses para ejercer cargos públicos por el solo hecho de haber firmado las rendiciones.

Por estos motivo, el ex embajador aceptaría encabezar la lista de diputados provinciales donde puede mantener un perfil es más bajo, comentaron a este medio desde Cambiemos. 

A su vez, del Sel cuenta con el apoyo de Mauricio Macri con quien conversa regularmente cada 20 días. El ex presidente guarda un aprecio especial por Miguel, dicen en la coalición opositora y acepta cada decisión que tome.

La postulación de del Sel a diputados provinciales no es una buena noticia para el gobernador Omar Perotti que, según afirman en el peronismo, imitará la estrategia de los mandatarios socialistas que una vez terminada la gestión, se hacían de la presidencia de la Cámara Baja y desde allí mantenían su capital político. Pero para ello, tiene que ganar y el ex Midachi es un candidato peligroso para sus planes.

Por otro lado, en el PRO saben que no cuentan con un competidor fuerte para la gobernación como en las épocas del ex Midachi. De hecho, hubo ofrecimientos al ex goleador de la Selección, Gabriel Batistuta pero se interesó en ser diputado nacional.

Como sea, en Santa Fe es el radicalismo quien lidera la coalición con dos espacios bien definidos; por un lado, el del ex ministro de Seguridad de Lifschitz, Maximiliano Pullaro y por el otro, el que conduce Julián Galdeano y le dio impulso a la postulación de Carolina Losada que arrasó en las elecciones de medio término.

La candidatura de Losada a gobernadora es aún una incógnita y desde su entorno alimentan el suspenso. Lo mismo sucede con el intendente de Rosario, Pablo Javkin, quien repitió en varias oportunidades que está dispuesto a dar la batalla por la Casa Gris con un nuevo frente que aglutine a toda la oposición. "Queda mucho tiempo todavía y vemos a la dirigencia muy ansiosa", sostienen en el entorno de Losada.