El testigo puertorriqueño Antonio Cisneros relató un hecho de aparición de un fenómeno ovni ocurrido en su país en 1989, según reveló el investigador Jorge Martín Miranda, conferencista del II Congreso Internacional Factor UFO de Rosario al Mundo, que se desarrolló el 7 y 8 de mayo por el canal YouTube.

  “Este hecho se desarrolló en la isla de Puerto Rico en 1989. Todo sucedió en una escuela de preparación para el Ejército, donde los aspirantes a la carrera militar se instruyen para acceder a la misma, llamada el campamento Santiago. Un sábado de marzo de 1989 estaba el testigo Antonio con un compañero que hacía guardia, cuando en horas de la tarde sintieron una gran explosión e inmediatamente se lanzaron al suelo. Inmediatamente comenzaron a escuchar las diferentes comunicaciones de oficiales y demás personal del Ejército. Todo se puso en estado de Alerta Máxima”.

Antonio contó que “ese día habían llegado un alto mando de la inteligencia de los Estados Unidos y un suboficial de la Fuerza Aérea, luego su compañero salió con los oficiales y personal militar, dijeron que «a buscar algo». Me quedé en el puesto de control, cuando regresaron nadie podía hablar y sólo dijeron «aquí no ha pasado nada», mientras tanto la Guardia Nacional salió «a buscar algo» , y seguíamos en Alerta Máxima. Cuando cayó la noche, dijeron.. «los encontramos». Había intrusos, eran dos individuos, cuando los vi creí que estaban disfrazados, pero al observarlos me di cuenta de que no eran humanos y dije ¡esto no es normal!. Los brazos y manos pasaban las rodillas, tenían cuatro dedos, su cabeza era alargada en la parte de atrás, y el color de su piel entre verde y marrón, y se veían de diferentes edades, por las arrugas del mayor. Se veían muy enojados y nos miraban a todos, se comunicaban telepáticamente. El mayor del Ejército nos dijo que ellos provenían de un planeta que se había destruido y pertenecía a otra galaxia. Ellos pedían hablar con el presidente de Estados Unidos, pero seguían muy enojados, entonces el mayor del Ejército les dijo que vendrían enseguida a buscarlos en helicóptero y ellos se negaron, dijeron que sólo se irían con su gente”.

 

  El testigo narró que “al rato se desató un tormenta eléctrica impresionante y comenzó a bajar una nave con mucha luz”. El testigo sólo vio descender la luz, los demás vieron la nave, y estos seres se fueron con ella. Al rato un oficial de inteligencia de Estados Unidos lo interrogó y le preguntó qué vio, contestó «nada», le dijo que sí, que estuvo allí y vio todo, pero que no vio nada, entonces le obligó a tomar una pastilla blanca, le dijo que no temiera que no le pasaría nada, y en el lugar donde la tomó se quedó dormido hasta las 10 de la mañana del otro día, y nunca más volvió a recordar lo ocurrido hasta hace unos pocos años cuando leyó un informe en internet sobre la caída de un ovni en el mismo campamento y allí pudo recordar todo lo vivido y decidió contarlo al investigador Jorge Martín Miranda.

 

Asamblea del Pentágono

En este sentido, el 17 de mayo último el Pentágono realizó una asamblea, a raíz del informe del Congreso por Fenómenos Aéreos no Identificados (Fani), donde fueron interrogados dos altos mandos de la inteligencia del Pentágono, el subdirector de Inteligencia Naval, Ronald Moultrie, y el director de Inteligencia Nacional, Scott Bray, subdirector de la Inteligencia Naval.

Moultrie declaró que el informe que ha presentado incluye videos con objetos aéreos no convencionales, con una velocidad supersónica, con movimientos abruptos, que carecen de medios de propulsión aparente, y que estos casos han aumentado hasta cerca de 400 avistajes.

“Hay elementos de nuestro gobierno comprometidos en buscar vida extraterrestre”, aseguró Moultrie.

“Nuestro objetivo no es encubrir potencialmente algo, es comprender lo que tal vez haya ahí fuera”, advirtió.

  En tanto, Bray advirtió que “se ha eliminado el estigma sobre los fenómenos aéreos no identificados”.

El director de Inteligencia Nacional prometió “seguir investigando”, pero hasta el momento no ha brindado ninguna precisión sobre los 144 fenómenos aéreos presentados.

  “El punto central de esta asamblea fue la seguridad del espacio aéreo de Estados Unidos porque desconocen hasta el momento las intenciones de quienes están dentro de estos objetos voladores, hoy llamados UAP”, declaró este domingo la investigadora rosarina María del Carmen Dionigi.