Hace tiempo, un grupo de hermanos trabajadores decidieron emprender en la ciudad de San Javier abriendo una verdulería. Empezaron de muy abajo y son una familia dedicada todo el tiempo a trabajar y también desde sus padres, a cultiva la tierra. 

Todo marchaba y se encaminaba muy bien hasta que la delincuencia comenzó a hacer de las suyas. Sumado a esto la justicia y los investigadores de la policía nunca pudieron encontrar nada de lo robado. 

En tan sólo poco más de un mes, ingresaron 3 veces para robar y hacer daño en el local comercial, que está ubicado sobre una de las principales avenidas de la ciudad. Les llevaron diferentes elementos de valor y por último, hasta también les sacaron un par de zapatillas que había en el lugar. 

Parece impensado decirlo, pero luego de tantos hechos delictivos, decidieron que lo mejor era bajar la persiana de su negocio y dedicarse a otra cosa, aunque varios de ellos hoy están desempleados. El mundo del revés.