La bajante del río Paraná se extenderá hasta fin de año y podría ser incluso más crítica que la del 44, la más severa de las que se tiene registro en la historia del río marrón. Así lo advierte el último trabajo del Instituto Nacional del Agua, una herramienta que avala la declaración de emergencia hídrica que se publicó este lunes en el Boletín Oficial.

El trabajo describe tres escenarios de bajante alternativos, uno que contempla la continuación progresiva de la bajante actual, otro semejante al descenso del nivel de agua registrado en el 44 y otro más crítico aún contemplando una disminución de caudales más acentuada.

En todos esos pronósticos, aún en el más benéfico, el Paraná se mantendrá por alturas menores que cero a la altura del puerto de Rosario al menos hasta el 28 de diciembre. 

Los tres modelos teóricos apuestan al desarrollo de "acciones -reales o potenciales- en los sectores de mayor impacto de la bajante del río Paraná", como el abastecimiento de agua para consumo humano o la navegación en los puertos situados sobre la costa del Paraná.

Las proyecciones del Instituto Nacional del Agua (Agua) se realizan de acuerdo a los informes de la Red Hidrológica Nacional (RHN). El organismo se considera la mayor fuente de información hidrológica del país, con 369 puntos de medición, en muchos de los cuales se observan tanto parámetros hidrológicos como meteorológicos.