Victor Manuel Roldán tiene 88 años y con mucho esfuerzo logró tener sus cosas, vive en una pequeña casilla ubicada detrás del ex Molino Mocoví, donde hoy funciona el corralón municipal. Hace una semana, el equipo de Radio Uno lo ayudó en una colecta, pues le habían saqueado lo poco que tenía.

Este lunes y en plena tarde, los delincuentes volvieron a ensañarse con este pobre abuelo. Le sacaron una garrafa del interior de su vivienda pero con la impunidad de hacerlo a pleno día.

La denuncia fue radicada en sede policial y los uniformados trabajaron para intentar dar con los autores materiales o lo robado. Lamentablemente no hubo resultados positivos para ninguno de los casos.

Claramente hay personas que compran estos elementos pero además existen malvivientes que han perdido todos los códigos y evidentemente, ya no les importa absolutamente nada.

El tema de Don Víctor y a pleno día esconde otro gran problema que hay en esta ciudad y que es claramente la delincuencia que no tiene límites ni piedad, con la aberración de cometer delitos contra abuelos indefensos.

A esto se suma la falta de castigos por parte de la justicia, a lo que se suma la falta de compromiso social, zonas oscuras y muchas veces,  fallas en el operativo de prevención de seguridad. Todo este cóctel hace un mix que no vislumbra un horizonte positivo ni favorable para quienes quieren vivir seguros y en paz.